
Se trata de "El turno del Escriba" de Graciela Montes y Ema Wolf. Lo compré porque obtuvo el premio Alfaguara de novela 2005 y porque leí un par de buenas críticas. El tema del libro me resultó atractivo.. un prisionero "Rustichello de Pisa" al que designios del destino le colocan al legendario Marco Polo como compañero de celda. El mismo Marco Polo de los viajes maravillosos.. y el escriba-Rustichello- ve la oportunidad de recopilar todas esas historias y con semejante tesoro ganar su libertad.
Pero el libro no da más que un vistazo de reojo a cuales podrían ser esas historias, se ocupa de relatar los incidentes de la vida en la prisión, como llego allí, como pasa sus días, las vicisitudes que vive para conseguir el pergamino, la tinta y el tiempo para escribir sus relatos.. con una narrativa que a mi se me hizo muy pesada, un vocabulario sumamente rebuscado, lleno de vocablos en Italiano, hileras de adjetivos que a la final no "pintan" el panorama.. más bien cansan.. párrafos interminablemente largos que se prolongan por páginas enteras..
Lamentablemente no lo pude terminar y en este momento ofrezco en venta este libro a muy buen precio.....
3 comentarios:
Hola Zeucita.
Leyendo tus como de costumbre interesantes comentarios, recordaba la vida de los prisioneros, su pobre contacto con la realidad y su celibato obligado. Imagino que escribir es a un preso como trabajar a un obrero, con la diferencia del músculo que se ejercita.
Encerrado en las fronteras de valores y creencias de las personas confrontadas a mis deseos, me siento cual prisionero de algunas circunstancias y realidades que no siempre son moldeables como quiero.
Quizá leyendo algunas páginas al azar del "Turno del Escriba", pueda encontrar emociones compartidas y soluciones adecuadas a los desaciertos de la libertad no entendida y a las paredes que no son de piedra, que son de ideas , que son de gente....
Gracias....... de seguro, que ni LOCO me pongo detrás de este ejemplar.... que sean otros los que se aventuren a conseguir algo interesante y que los cautive, yo pasó.... confió en que si no te engancho, a mi ni por remota idea... me pilla....
¡Gulp! que bueno que no lo he comprado.
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